martes, 12 de octubre de 2010

LA NOCHE DE LOS FEOS

1
Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.

Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.

Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas. Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura. Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.

Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.

La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o confitería. De pronto aceptó.

La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno -o una- de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.

Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje -eso también me gustó- para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo.

-¿Qué está pensando?- pregunté.

Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.

-Un lugar común- dijo. -Tal para cual.

Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.

-Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?

-Sí- dijo, todavía mirándome.

-Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.

-Sí.

Por primera vez no pudo sostener mi mirada.

-Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo.

-¿Algo cómo qué?

-Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad.

Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.

-Prométame no tomarme como un chiflado.

-Prometo.

-La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?

-No.

-¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?

Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata.

-Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca.

Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico.

-Vamos-, dijo.

2
No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.

Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron. En ese instante comprendí que debía arrancarme -y arrancarla- de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.

Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos -al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos- pasaron muchas veces por sus lágrimas.

Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa lisa sin barba de mi marca siniestra.

Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.


Mario Benedetti, 1968

24 comentarios:

  1. ¡Hola niños y niñas!

    Este cuento también es más largo que la mayoría de los que se han subido al blog,no obstante considero que es sencillo de comprender, que no por eso menos interesante.

    Ya me darán ustedes su opinión, espero sus comentarios.

    Saludos.

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  2. Supongo que contiene una buena moraleja para las personas que tienen bajo autoestima, por que en realidad se me hiso absurdo, ya que no nos debe de importar lo que crea la sociedad y no creo que exista ese tipo de personas tan pesimistas y si lo existen y son tan feos pues que se adapten a su realidad.

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  3. Victor Arroyo 339A14 de octubre de 2010, 1:02

    Este poema no lo conocia apesar de que Benedetti sea uno de mis escritores favoritos...
    Por lo que se entiende del texto habla sobre personas que no tienen a nadie por asi decirlo ya que sus defectos hicieron que se alejaran de las personas "normales" por miedo a la burla hasta que se conocieron mutuamente.
    En lo personl estoy deacuerdo con el comentario de arriba ya que no creo que alla personas que sean asi de pesimistas ya que a nadie le tiene que importar lo que los demas piensen de uno.

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  4. Creo que esta padre el texto, y que no deberiamos ser tan preocupados del que diran, simplemente ser felices aunque valamos en contra de lo estipulado, y tambien creo que como lo dice el texto cada quien encontrara a alguien, y eso del autoestima esta tonto por que todos tenemos muchas virtudes al igual que errores y defectos.

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  5. Alejandro Løpez 339A14 de octubre de 2010, 13:57

    El tipo parece tener una autoestima muy baja, la cual considero no es su culpa ya que el sentirse feo es un golpe muy fuerte para el carácter de uno. Pienso que tuvieron que haber tenido sexo si querian ya que con lamentaciónes no cambiaban su realidad, es un buen cuento.

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  6. Wow es un texto algo fuerte pero muy interesante la verdad , yo creo que aunque seguramente existen personas asi la sociedad es la que las discrimina y hace sentir mal cosa que no deberia suceder; pero opino que el cuento es bueno y que hay que juzgar a las personas por como son y no por como se ven.

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  7. pues el cuento no me gusto por que aunque es escrito por mario benedetti se me ace como una pelicula de disney en donde el amor lo puede todo y todas esas cosas

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  8. pues para mi el texto no me agrado porque que tenia que sean feos, eso no les impide relacionarse con gente linda bueno eso creo yo ya que hay gente que solo se le ve con gente como ellos y pues no todos son asi y por el mismo hecho de que ellos sabian o creian que eran feos tenian miedo a relacionarse con la demas gente

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  9. Miriam Avila Cruz 36317 de octubre de 2010, 17:01

    La verdad la sociedad es la que tepone como un estereotipo de mujer y hombre guapos pero es como tu te sientas como la gente te ve.No es necesario ser guapo o guapa para tener inteligencia y si tu te sientes bien contigo mismo no te debe importar como te vean los demas.

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  10. A mi sí me gustó el cuento porque creo que todos o la mayoría de las personas nos sentimos solas o se nos baja el autoestima en algun momento pero no debe importarnos lo que la sociedad piense si nos sentimos bien asi como somos y creo que si escuchamos y apoyamos a alguien siempre habra una persona que nos escuche y apoye.

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  11. ponce martinez hector daniel 339-A17 de octubre de 2010, 18:35

    Esque lo que pasa es que ellos simplemente piensan; o asi me lo hizo notar la lectura que no son tratados equitativamente como todos los demas, pero no es asi; ya que son tratados equitativamente, pero no son juzgados igual. Bueno ese es mi punto de vista.

    Es que aqui hay que entender que no importa como te juzgue la gente; por que ellos se imprecionan al ver este tipo de situaciones, que al momento les parecen raras e inclusive repugnantes, pero conforme al pasar del tiempo y al ir conociendo a las personas se da un trato igual.

    Aunque me parece demasiado tonto la manera de relacionarse de los dos, que hasta encontrar una serie de sentimientos, terminaran haciendo el amor, pero yo opino que cada quien no.

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  12. Popoca Azcoitia Brenda 363 A17 de octubre de 2010, 21:06

    Buenas noches profesora!!!
    Otro cuento muy bueno.
    En mi opinion fantastica historia,esto nos demuestra que en muchas ocaciones el fisico no importa ademas de que dicen que siempre hay un roto para un descosido pues me acabo de dar cuenta de que es verdad ademas de que los une el mismo dolor de coraje al ser un punto de atraccion de miradas al pasar por algun lugar
    no por su belleza si no por su "raresa".
    Pero en fin cada quien cree en el amor de distinta manera al igual de que cada quien se enamora de distintas cosas o de distintos aspectos de una persona yo en lo particular si me fijaba mucho en el fisico y el esperar a mi principe azul me hizo cambiar de opinion ya que no habia nadie que conjugara todas las cualidades que buscaba y ahora con este texto me di cuenta de que se debe de ver mas aya de el fisico mas alla de los sentimientos si no debe de haver compatibilidad por lo menos en algunos aspectos...

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  13. Santillán Lozada Ana Karen 33918 de octubre de 2010, 10:51

    Este cuento es bastante fuerte, pero a la vez interesante.
    El chico es demasiado pesimista y bueno el creer que al no ser igual a los demas estos no te prestaran atencion o se burlaran,es aun peor que su defecto,por que tu autoestima baja y eso es lo que le transmites a la gente.Yo pienso que siempre ahi que ser positivos, y aunque tenemos defectos(por que todos los tenemos), ahi que disfrazarlos con una buena actitud y al mismo tiempo si le vemos un defecto a alguien más, no burlarnos ni ofenderlo, si no, ver lo que esa persona tiene de positivo.

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  14. arroyo magallanes jose g 339 b18 de octubre de 2010, 22:13

    bueno este es un cuento, no se me recuerda cosas ja que extraño pero en si la lectura me encanto es como la extraña relacion ahora si que a ciegas en si es el amor en toda su esencia si es que se le puede llamar asi

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  15. siento que esta historia no es tanto por el amor, sino desengañarse de lo que les hace creer la sociedad, verse reflejado en el otro y demostrarse asi mismos que no tienen que ocultarse, que en verdad hay belleza en ellos, yo lo entiendo por esa parte y si me gusto

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  16. Por los incontables estereotipos que se han ido creando a través del siglo,los humanos en ves de analizarlos...prefieren vivir con ellos."Si la sociedad existe, yo no tengo ni mi.... que ver con ella"-Friedrich Nietzsche.

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  17. Marvin E. Navarrete Rosas 363B19 de octubre de 2010, 0:19

    El cuento, apesar de ser bastante impactante... es muy cierto, la sociedad, y me incluyo en esto, somos tan tontos que nos dejamos guiar por los defectos fisicos dejando de lado la inteligencia y la bellesa del alma, de los pensamientos, y esto no hace más que demostrar que carecemos de humanidad. Es comprensible que una persona se sienta de esa manera si ha sufrido de abusos humillaciones y maltratos de tal forma. Un compañero comentó arriba que estas personas son tratadas igual a las demás, y me duele decirlo pero no es verdad, todos hemos mirado despectivamente a alguien, todos hemos criticado a otras personas por cualquier cosa.

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  18. Me parece que nadie deberia fijarse en la apariencia de las personas, debido a que la belleza no lo es todo puesto que hay personas muy bellas pero que se comportan de una manera perversa. Tambien debemos recordar que al final la belleza se acaba.Como ocurre en la historia de El Retrato De Dorian Grey, el personaje central era muy guapo, pero a el no le importaba que tan bello era. Hasta despues que le decen que esa belleza desaparecera al paso de los años, asi que el decea que su retrato envejeciera en lugar de él. Eso lo lleva a ser una persona frivola y a preocuparse de su apariencia.
    Asi que no debemos dejar que lo que piense la gente influya en nuestra forma de vida, debido a que si tu quieres a alguien y la gente te señala por eso, que no te importe porque a ti no te afecta lo que la gente haga con su vida.
    Debemos recordar que el mundo no se clasifica en feos y guapos, sino en simples personas.

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  19. Márquez Gómez Karina 363-b19 de octubre de 2010, 9:34

    En realidad es un buen texto pero creo que hay algo más que enmarcar a la sociedad como “culpables” o “responsables” de lo que se plantea, aunque tampoco implica que en un cierto punto no se tenga que tomar en cuenta.

    Me parece que en ocasiones solemos ser represivos (señalados y señalando), es absurdo juzgar, pero aún mas, es sentirnos juzgados, a veces no es tan importante lo que la gente dice, cree o piensa de nosotros, pero lo que realmente es importante, es como en ocasiones eso nos afecta, es como nos hacen creer, pensar y sentir que somos.

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  20. este cuento trata de este tipo de personas que se hacen a un lado sintiendose menos ante los demas y no debe de ser asi por que muchas y muchos podemos relaacionarnos con las personas que queramos y no debemos de sentirnos menos

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  21. SONIA RODRIGUEZ 36319 de octubre de 2010, 11:52

    pues creo que me agrado el cuento la verdad considero que todos somos suseptibles al amor y lamentablemente aveces creemos que solo la gente bella ama y no es asi aunque en el cuento yo no lo senti tanto como amor sino como la forma en la que el buscaba ser amado por alguien creo que si fue con ella fue por miedo a aventiurarse con alguien mas y ser rechazado pues creo que la sociedad en la que vivimos no nos da la oportuidad de mostrar nuestros dones que no solo se reusan a lo fisico...

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  22. Herminia Avila 363b19 de octubre de 2010, 12:55

    el cuento me gusto mucho,ya lo habia leido antes.
    y creo que no debe importarnos lo que los demas piensen sino aceptarnos tal y como somos y todas las personas tienen derecho a amar y ser amados.

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  23. mendez blas hector....33920 de octubre de 2010, 10:12

    me parecio estupendo el cuento, debido a que en el se muestra como las personas son marcadas como "bonito o feo" pero la realidad es que uno debe aceptarse como es, sin importar lo que digan los demas, es decir la autoestima que se tenga cada uno con su persona en estos casos es muy importante.

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  24. alejandra juarez 339-b20 de octubre de 2010, 10:21

    hay que bonito cuento me agrado mucho.
    y si es verda, pero yo creo que no tiene por que importarnos lo que la gente diga de nosotros de cualquier forma nunca se le tendra contenta; y no por que una persona no sea tan bonita no tiene el derecho a querer a otra mientra s esas dos personas esten de acuerdo todo marchara bien.

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